(Adquisición particular)
Don de la ebriedad
... Siempre la claridad viene del cielo;
es un don: no se halla entre las cosas
sino muy por encima, y las ocupa
haciendo de ello vida y labor propias.
Así amanece el día; así la noche
cierra el gran aposento de sus sombras ...
... Oh, claridad sedienta de una forma,
de una materia para deslumbrarla
quemándose a sí misma al cumplir su obra.
Como yo, como todo lo que espera.
Si tú la luz te la has llevado toda,
¿cómo voy a esperar nada del alba? ...
Claudio Rodríguez
De Don de la ebriedad, Madrid, Adonáis, 1953 (Premio Adonáis)
Este es el que mas me gusta, ¿como lo haces?, es una pasada, ¿cuando seas famosa te acordaras de mi?, jajaja
ResponderEliminarsalu2.
Gracias Javi, me alegra que te guste. Me acordaré de tí montando en bicicleta ;)
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