domingo, 31 de julio de 2011

Hijas de la arena







Azabache la mirada y ardiente la retina,
a la espalda el verde vegetal de un mar azul
Pies como rastros de viento
arañan el tórrido camino y,
como único horizonte un muro
hecho de piedra, sal y entrañas.

Manos como el carbón calman su tiempo de arena.

Nada se escucha ya aquí
sólo el reposar de este silencio

2 comentarios:

  1. "[...] Yo nací berebere en el desierto
    y aunque no tuve nada
    ya todo lo he perdido.
    El pulso de tu aliento entre mis besos,
    la llave de una casa que fue mía,
    el olor de la albahaca
    colgando en mi ventana.
    Todo,
    ya todo lo perdí
    al vuelo del azor y el gavilán
    —se lo llevara el agua,
    se lo llevara el tiempo—,
    ya todo lo perdí como un castigo
    que nubla el horizonte en el ocaso,
    que nubla la claridad del mediodía,
    que nubla mi futuro de fantasmas."

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  2. Precioso poema Ramón, muchas gracias por compartirlo aquí. Esto si que son versos!!!

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